En esta oscuridad
de noche tenebrosa,
sólo tu luz dona sosiego
a tanta lucha pasada,
a tanto consumado fuego.
Aquello fue la vida,
el ascua encendida,
calor contra el hielo.
En vano hoy porfío
volver a tenerte;
en vano tu recuerdo
busco en mi presente,
en frustrado intento.
Tu mirada encendió la mía,
que ciega, invisible
en vacíos surcos,
en necios laberintos,
persigue un imposible,
recuerdo ya finito.