Como amante te buscaba, anhelaba
en tu fronda resguardarme,
cubrir con tus largas ramas
mi débil voluntad, mi pobre ropaje,
acallar con la voz de tu calma
lo que en mi, a gritos desgarraba,
ser que en años fue hecho
de acero, fuerza, blindaje.
LLegaste en cierzo, sin aguardarte,
del silencio en la tarde, de la Luna
en la noche, de la estrella errante.
LLegaste sin ser llamada, sin forzar,
sin avisarme, llegaste para mi ansiedad
calmar, serenarme, alzar el vuelo,
dejar el lastre, abrir la ventana
del alma que siempre fue calma
y en lucha está con oleaje,
con fuerte viento, pasajero,
persistente vapuleo de cantares.
¡Serenidad! que llegaste con la paz
y la firmeza, a mi lagar al desgaire,
sin rompeduras, con dulzura
y en silencio, de mi te apoderaste.
BAJO LOS CIELOS DE ENERO
Hace 4 días
5 comentarios:
Muy bello poema amiga..todo un deleite para los sentidos.
Un placer visitar tu espacio.
Cálido abrazo
Mis sueños de ayer hoy se cumplieron ya no tengo que vivir en un sueño constante porque lo que tanto anhelaba ya vive junto a mi dandome tanto amor.
Bello poema
Con cariño
mari
El auténtico placer es ver a un poeta como tú en este rincón de desahogo.
Un beso, Paco
Gracias Mari, ¿Dejaremos algun día de soñar?
Un beso
Ansiadas serenidad, paz... qué hermosas palabras y cuánta necesidad de ellas.
Saludos
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