Cedro que te doblas al peso de las ramas,
retrato vivo de la tierna vejez;
no por los años, si por el peso,
es carga que la vida añade
al tronco puro que planté.
Nadie te endereza, nada
te vuelve a tu bella esbeltez..
Jóvenes entonces, tú y yo
solos, antes del brote de las hojas,
antes de ser árbol de frondas,
de refugio en tardes de calor
¿Recuerdas la ilusión primera
de la tierra fértil donde te planté?
¿Recuerdas la sonrisa
de los primeros riegos, amor,
mimos, cariños de los brotes
al cálido sol de atardecer?
Ahora te me inclinas en amorosa sombra
cobijo brindas a quien liviano,
ni te mira, ni te ve, mientras
en curva hacia la tierra tiendes
en busca de aquel día, no lejano,
donde a ella te me vuelvas
en apretado abrazo,
sin pena ni tristeza a rejuvenecer.
4 comentarios:
¡Qué majestuoso! Me encanta. Nosotros tenemos uno en la montaña que, pasito a pasito, va creciendo. Este año ha dado un gran "estirón". El que crece muy deprisa es el arce, rápido, rápido en comparación con los demás, me sorprende...
Maravilloso poema, maravillosa imagen y la música no podía ser mejor.
Un beso majestuoso, mi querida amiga y del alma, Militos.
Qué bonito, me hiciste recordar mi árbol de pino que, se quedó solito en mi pueblo.
Abrazos.
¡PRECIOSO!
Un beso alto como ese cedro,con hojas de bellos versos!!!
Te felicito Milito!!
bien muy bueno sige asi ;) :)
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