Fotografía de D. Joan Carreras
Ven, amiga, charlemos...
Quiero conocerte, hablar
de los temores que desprendes,
del horror con que pintan tu rostro,
del descarne de tus huesos,
del bastón que llevas en la mano,
del olor que tienen los muertos.
Háblame, sé mi amiga,
cércame, dame tu mano,
entra en mi casa y bebe
del río de lazos humanos.
Trátame de tu, siembra
en mi campo calor,
amor en mi dolor hermano.
Ven, mírame...
haz que me vea en tu retrato,
para que sólo sea en ti
un paso, una travesía,
un ir y volver
a vivir en otra vía,
sin penas, sin retrasos.
Ven, mírame...
para beber de nuevo el vino
de la dicha, del amor
sin límite humano,
sin celos, sin rencores,
abierto el corazón, la pasión,
a la eterna Sabiduría.
A aquel lugar ...,
donde todo se explica,
todo se colma, se calma.
Ven amiga..., charlemos
de tú a tú, sin miedo ni mentira.
Otros te llaman muerte,
yo te llamo espera, te llamo amiga.
5 comentarios:
No lo había visto, he venido para ver si habías publicado algún poema y ¡lo encontré!
Qué preciosidad, qué serenidad desprende. La "hermana muerte" que decía san Francisco.
Me encantan tus poemas. Todos.
Besiños, mi querida amiga.
muy buen poema, la imagen me adentro en otra realidad y la combinación con Chopin es perfecta...
Militos, hace tiempo me retiré de los blogs y hoy revisando te encontré, me fascinó tu poema, trataré de integrarme de nuevo. Un abrazo.
Versos y música, en unión...
Y el resultado en maravilloso
Valientes versos...yo no podría
Me cuesta, por cobarde, ver la muerte como lo que es...nuestra única seguridad existencial
Besossss Milito!!!
Las palabras en unión con la música me dejaron un sentimiento maravilloso.
Muy hermoso.
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