Amanecí, Señor, en darte gracias
por esto que me diste hace tres años;
por tu mano generosa
que ignora mis pecados
y vuelve hecha presente
sin ver que te hice daño.
Amanecí, Señor y no me vieron,
publiqué sólo para Tí
en aquel día tan incierto,
para entregar a tu mirada
palabras enredadas, dudosas
que Tú inscribiste
en este medio humano.
Lápiz y pincel
dedos en el teclado
fuí yo, nada más que
torpeza
para tu sabia mano.
Perdón por los errores
que pude transmitir,
por mi ceguera
a la luz de tu halo.
No quise errar ni mentir
en este blanco espacio,
siendo torpe, borrón
y tachadura,
en tus rectos renglones
renglón torcido fuí...
¡Señor, lo hice tan mal,
dándome Tú tanto...!
Amanecí en gracias y voy
de amor temblando.
Militos
Publicado en el blog: Oración y Poesía
Enero__2009
1 comentario:
felicitaciones!
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