LLamar veneno a la verdad,
¡tentación fácil!
cerrar los ojos a la luz
por no admitir el descalabro.
Morir por no ver
los estragos de quien miente,
seguir en ellos agazapado,
echando culpas alrededor,
para salir ileso del naufragio.
Volver al barco
y abandonar los restos
de otros seres, otros ayes
que pudieron ser salvados.
SIN DIRECCIÓN__lOS SECRETOS
BAJO LOS CIELOS DE ENERO
Hace 4 días
1 comentario:
Hola, Militos, la verdad nunca puede ser venenosa, lo que ocurre es que, como dice una canción, no tiene remedio...me gustan tus poemas y tu blog. Gracias por tu bonito detalle. Un abrazo.
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