Señor, pónle puertas al mar,
al mar de mi impaciencia,
de mi ansiedad,
de mi quererlo todo
en un momento.
Al mar de olas que vienen
en ímpetu ciego,
de ya a tu puerto llegar,
de abandonar los remos,
de no querer navegar.
Puertas, Señor, a mi cansancio,
a perder la nave mar adentro,
a bajarme y recalar;
dejar la nave a la deriva...
Pónle puertas al mar,
toma el timón en tus manos
quiero dejarme llevar.
BAJO LOS CIELOS DE ENERO
Hace 4 días
1 comentario:
Yo, en tu lugar, porque en el mío se ha hecho realidad desde hace ya varios días y, qué a gusto me he quedado!, pondría puertas a todos los necios, que no saben conocer la naturaleza de las personas, que dañan permitiéndose herir con las palabras y que, encima, sienten un desahogo personal haciéndolo. Qué pena me dan!!!.
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