Esta soledad de tu hueco
en mi espalda,
la cubren tus palabras
que para mi, por tus labios,
fueron dichas,
en gestos, besos, caricias.
Palabras de años vividos,
no inventados.
Años que aún viven
y triunfan
de voces, penas, llantos,
encadenados
de alegrías, cantos, amores
porque fuimos y somos
dos, en una sola carne.
En esta soledad de monte verde,
de eucaliptos y de encinas,
es amor lo que se escapa
tercamente...
esta noche, a buscarte.
CARTA AL PAPA
Hace 4 días