Al levantar mi casa, falla el proyecto, la obra falla, los cimientos tiemblan. el tejado hace agua, el suelo se hunde, las paredes bailan. Necesito un carpintero, un hombre de batalla que sepa levantar, fortalecer los muros de mi casa.
Mi fragil casa de madera rancia, de fe, de oración y paciencia, de amores y dolores forjados en cantos de esperanza. Necesito un carpintero que todo lo afiance y levante la casa de mi alma, que trabaje con fuerza el martillo, sonría y calle, para rematar los palos de la cruz desvencijada, que dé fuerza y vigor al suelo levantado que cruje a mis pisadas. Necesito un carpintero que levante mi casa, con mano de oración y de pasión el mazo para remachar las puntas, los clavos que mi torpeza soltó de firme enclave.
Necesito de Nazaret un carpintero, santo y padre del hombre Dios sea y José de Nazaret se llame.
He madurado.
Hija de Dios,
Confiada a padres católicos,
Española a morir,
Congregante Mariana,
Licenciada en Ciencias Económicas.
Matrimoniada indisoluble
Madre de diez hijos,
Abuela de 19 nietos
Aspirante feliz a una Nueva Vida
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