Hoy tu llanto cayó entre mis manos
y todavía dudo por la culpa.
Hoy mi lloro es tu lloro,
tu pena mi pena,
tu duelo mi duelo.
Hoy se abrieron las nubes
para acoger el agua de tus ojos,
para adornar con ellas
la corona de un pecho dolido,
torturado, hecho heridas
sin saber de qué mano vino.
En perlas de los mares,
hoy quisiera tus lágrimas
volver junto a las mías,
ser la concha protectora,
bálsamo, nana, poesía
que calme pus y cierre
la llaga de tu herida.
BAJO LOS CIELOS DE ENERO
Hace 4 días
2 comentarios:
Hola...
Tu poema es un bálsamo a la herida.
Un abrazo.
Gracias Rafael, pero el herido no se entera.
un beso
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