A UN AMOR IMAGINARIO
He vuelto a la orilla de la playa,
donde creí grabar tu nombre
en la arena húmeda.
Tu nombre se fue con la marea alta,
marea de otros nombres
por ti siempre mentados, en el hueco
que hicieron tus dedos y tus manos.
Dedos que dibujaron corazones
para amar y el mío abandonarlo.
No me pesa el tiempo ni la playa,
te amé y fui tuya en un instante.
No me pesa caer en el recuerdo,
como caí en tus brazos aquella tarde.
Me pesa que no hallé, en la arena,
caracola ni medusa que supìera
de mi amor por tu amor colmado.
Ni las olas ni la espuma
ni el mar encrespado
traían a mis pies los restos del naufragio
de ese amor por ti olvidado.
Me pesa que mi pecho.
mis sentidos, mis palabras, mi pluma
te sigan aún amando.
Me pesa ser quien soy, aquella
que nueva vida encontró a tu lado.
Hoy he de seguir viviendo
de lo que fui y ya perdí, vivir
detrás de un sueño que soñé
y ya no sueño.
CARTA AL PAPA
Hace 5 días
8 comentarios:
Hermoso poema. Muy bello, casi fugaz... como el amor.
Muchas gracias, Angus, por tu visita y tu comentario.
Tienes razón todo es fugaz.
un beso
Lo más triste del poema es que no siga soñando, el vivir carente de sueños es como el café sin azúcar, amargo como él solo.
Bonito y sentido poema.
Un beso.
Terly: ya sabes que es imaginario, pero pudiera ser tan triste como dices.
Un beso
Hola, Militos...
Bello amor imaginario
que se llevó la marea,
y que recuerdas a diario
aunque imaginario sea.
Suave poema de amor soñado, el que nos regalas hoy.
Anrazos.
Mi vida está llena de amores imaginarios. Me hiciste pensar. Debería de vivir más en la vida real. Tenías razón, amiga. Duele escribir. Dejo mucho de mí en mis historias, porque intento plasmar en ellas emociones que me gustaría sentir o hechos que me gustaría vivir, pero como te dije, la narración es ficticia. No conocí en mi vida ninguna Nuria que merezca la pena recordar, ni tuve un amor de verano, ni primero ni último. Sigo en la búsqueda. Seré un moderno Ulises que no logra encontrar a su Penélope. Siento muy dentro de mí esta condena y sí, me duele. Un beso fuerte y enhorabuena por tu nieto. Es precioso. Ayuda a convertirlo sobre todo, en un buen hombre. Cuídate.
Rafael: tú si que me entiendes.
un beso grande
Gracias Alatriste por tu felicitación.
Me alegro que reconozcas que escribir duele, sobre todo cuando se vuelca el alma en las palabras, Son trozos que te arrancan de las entrañas interiores que son las más fértiles.
No te canses, sigue buscando, pero que no te distraigan las sirenas. Eso es lo que te deseo de todo corazón, amigo entrañable.
Un beso
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