Escrito frente al fuego de la chimenea con pluma y folio, a falta de pantalla y teclas.
Quiero acercar la mano
y que me quemes.
Sentir las llamas en lo alto;
gritar del fuego que retuerce
la piel quemada,
chamuscada en jirones.
Ver el dolor, dolerlo y apretarlo,
sentirlo sin huir,
sin aventarlo.
Ardiendo en mí: ¡quema llama!,
no te apagues, necesito ese dolor
urdido desde el fuego.
Sentir y no parar, ¡ardiente chisporreo!,
crepitar de leña seca,
chamuscada, en llamas de locura y amor
que no sosiega
y se quema, quemando
lo que ama.
Militos
En Noray, la casa entre los montes de Guadalajara, 30 de Enero de 2009
3 comentarios:
el pasado se acerca al presente
Pues sí Amor, para bien o para mal.
Gracias por tu compañía.
Un beso
Hay veces que hay que exprimir el solo para sentir algo de calor
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