Deja que te mire en la distancia de la nada. Deja que sienta que existes, que vienes en la mañana, la aurora te envuelve, la luz te me acerca en ráfaga ardiente.
Déjate amar, necesito saber que soy capaz de amar sin recibir, de mirar sin que me mires, sin encender tu fuego, sin atizar la llama, sin encontrar en tí solaz.
Déjame saber que existes, que estás. Tal vez lo inventé, lo que arde, lo que quema, tu cálida piel, sólo verso fue del eterno poema conmigo, en lucha tenaz
Volcán en llamas aviva el pálido fuego, árbol tras árbol, muralla a muralla: ¡ ruínas calcinadas! Bastión a bastión se derrumban al calor de tu abrazo.
Sólo ese muro indemne, de roca, de piedra perenne, fuerza contra fuerza tropieza, no penetra. Sin rescoldos, sin amor, volcán en llamas se estrella, duro corazón que no atraviesa.
¿Llegará ese día, esa hora que al fuego del amor te rindas? ¿Llegara el instante fecundo, cercado de pasión en que al amor doblegues?
El duelo continua..., volcán en llamas, lava de amores, en reto pertinaz, te cerca.
He madurado.
Hija de Dios,
Confiada a padres católicos,
Española a morir,
Congregante Mariana,
Licenciada en Ciencias Económicas.
Matrimoniada indisoluble
Madre de diez hijos,
Abuela de 19 nietos
Aspirante feliz a una Nueva Vida