En esta oscuridad
de noche tenebrosa,
sólo tu luz dona sosiego
a tanta lucha pasada,
a tanto consumado fuego.
Aquello fue la vida,
el ascua encendida,
calor contra el hielo.
En vano hoy porfío
volver a tenerte;
en vano tu recuerdo
busco en mi presente,
en frustrado intento.
Tu mirada encendió la mía,
que ciega, invisible
en vacíos surcos,
en necios laberintos,
persigue un imposible,
recuerdo ya finito.
He madurado.
Hija de Dios,
Confiada a padres católicos,
Española a morir,
Congregante Mariana,
Licenciada en Ciencias Económicas.
Matrimoniada indisoluble
Madre de diez hijos,
Abuela de 19 nietos
Aspirante feliz a una Nueva Vida