Me gusta cuando veo ventanas encendidas,
la noche se me alumbra de luces,
de deseos, a la espera del día
se escapan los fantasmas,
los pensamientos turbios;
el alma se me alza en pos de tu figura
que levanta la bruma
de senderos perdidos
que levanta la bruma
de senderos perdidos
de otros tiempos, del sueño, el amor
que fue y en tí persiste,
apagado, oculto, inadvertido,
a la espera de otra luz tenue
que suba el telón de las tinieblas,
con que el dolor cubriste,
sin querer, sin pensar así apagabas
el renacer hermoso a la vida nueva.