Dame el dolor, la lanza, dame sufrir hoy, sea esa mi coraza, con ella vivo a expensas de lo que tuve contigo: Música, risa, verso... arte humano, divino, contigo fue la ventana a un mundo desconocido.
Déjame reprochar, llorar por cuanto me enseñaste, por cuanto juntos aprendimos, por confiar por ti y en ti sin haberte conocido.
Sé que me ves, que no te gusto, con mi reproche de corazón herido. En ese reguero de llanto tu rostro se hace dibujo, para alojarme en tu Arce y saber que te he tenido que la palabra sigue viva en tu árbol, firme, seguro.
He madurado.
Hija de Dios,
Confiada a padres católicos,
Española a morir,
Congregante Mariana,
Licenciada en Ciencias Económicas.
Matrimoniada indisoluble
Madre de diez hijos,
Abuela de 19 nietos
Aspirante feliz a una Nueva Vida